Determinar el exito de mi Negocio en el

entorno empresarial actual

Determinar el exito de mi negocio en el entorno empresarial actual,  no es una pregunta que se hace tan frecuentemente y de manera tan fácil, entre los dueños de Pequeños Negocios,  no tiene una respuesta tan simple y breve. Hay que dar la respuesta no solo en el contexto histórico sino en el entorno empresarial actual.

Desde finales del siglo XVIII y hasta finales del siglo xx, los asesores financieros siguieron al pie de la letra el pensamiento del famoso matemático inglés, lord Kelvin quien sostuvo que: “si no puedes medirlo, expresarlo en números, tu conocimiento es precario e insatisfactorio”.  Así fue como se idearon matrices, tablas, modelos, etc., para tratar de llegar a intentar medir el desempeño de la empresa incluidos todos los factores medibles disponibles.

Pero durante las últimas dos décadas, el enfoque para determinar el éxito del Negocio se ha alejado de ese pensamiento alrededor de los bienes tangibles y se ha  orientado hacia los valores intangibles como la innovación, la reputación, la agilidad para adaptarse al cambiante entorno empresarial, la fidelización de los clientes, la utilización de herramientas tecnológicas que permiten la racionalización de los costos de producción y la agilización  de los procesos empresariales que le dan calidad al servicio o producto que se ofrece en la empresa y que le ayudan a sobresalir en el entorno empresarial competitivo y dinámico actual.

En este orden de ideas es importante, también, tener muy en cuenta los siguientes factores para saber como determinar el éxito de mi Negocio en el entorno empresarial actual

Capital Humano: se refiere a la calidad de los empleados de la empresa, sus capacidades, conocimientos, habilidades, experiencias, calificaciones, entrenamiento y relaciones sociales que  aportan a la empresa. Cada uno de los empleados más diligente, entregados y propositivos son en sí mismo un valioso capital intangible que le dan valor a la empresa.
Fidelización de la clientela: Al evaluar su negocio valore y cuantifique los clientes fieles que continuamente acuden a demandar los servicios o a comprar los productos que se ofrecen. Si su predilección es alta (medible por ejemplo en número de visitas a su sitio Web, con un porcentaje creciente de cierre de ventas; número de suscriptores de una revista o periódico) entonces tiene la empresa buena calificación en “fidelización de los consumidores” lo que la distingue de sus competidores.
Organización empresarial: La estructura organizacional de la empresa, sus sistemas de trabajo y los procesos de producción, distribución, ventas, y mercadeo representan un valor que diferencia a la empresa de sus competidores, incluso en su capacidad de enfrentar las dificultades en épocas recesivas le permite hacer los cambios que le exige en el cambiante entorno empresarial.

Reputación: “La imagen de un negocio cobra mayor valor a la hora de competir en el mercado mundial. Actualmente, al venderse participaciones o empresas completas, más que el inventario y la infraestructura física de la compañía, los inversionistas compran la reputación de un negocio, (medible en términos de posicionamiento, fidelidad e identificación de los consumidores con el producto; la capacidad de la empresa de enfrentar una crisis; la creatividad de los empleados), que se puede proyectar financieramente en dólares”.

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Nota: De  una opinión critica de lo antes expuesto.